domingo, 18 de septiembre de 2011

"LA NOCHE DE LOS LAPICES" (Maria Claudia Falcone por Jorge Falcone)


"LA NOCHE DE LOS LAPICES"
El 16 de septiembre de 1976 un grupo de estudiantes secundarios de la Escuela Normal Nro 3 de La Plata fueron secuestrados por la represión. Algunos permanecen desaparecidos. Tenían entre 16 y 18 años, en su mayoría eran militantes de la Unión Estudiantil Secundaria (UES) .El operativo fue realizado por el Batallón 601 del Servicio de Inteligencia del Ejercito y la Policía de la Provincia de Buenos Aires, dirigida en ese entonces por el general Ramón Camps, que calificó al suceso como lucha contra "el accionar subversivo en las escuelas".
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HABLAMOS CON:

JORGE FALCONE, HERMANO DE MARÍA CLAUDIA FALCONE, UNA DE LAS MILITANTES ESTUDIANTILES DESAPARECIDAS EL 16-9-76. Militante de Montoneros. Profesor, Comunicador, Realizador Audiovisual, Escritor, Poeta, Dirigente Social, etc...
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Hace algunos días comenzó el juicio que pondrá fin a la impunidad de la patota de Camps. Se juzgarán los crímenes cometidos por la Policía Bonaerense durante la dictadura. Casos paradigmáticos, como la apropiación de Papel Prensa, el secuestro de Clara Anahí Mariani, la primera desaparición del albañil Julio López, y "La Noche los Lápices"

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JORGE FALCONE:

A 35 años de La Noche de los Lápices

EL MEJOR HOMENAJE SIGUE SIENDO PENSAR Y ACTUAR A CONTRACORRIENTE

Tres décadas y media después de la aciaga primavera del 76, gran parte de la sociedad argentina sigue llamando por el nombre que le puso un Grupo de Tareas a la jornada que eligieron los genocidas para escarmentar al movimiento estudiantil secundario en particular y a la juventud argentina en general. O alza como bandera de lucha una fecha de siniestra memoria, instaurada en 1955 con el aborto del gobierno popular del General Perón; conmemorada en 1975 con el asesinato a manos de las AAA de Atilio Hipólito López, dirigente sindical combativo de la CGT de los Argentinos, Secretario General de UTA Regional Córdoba, y Vice Gobernador de Don Ricardo Obregón Cano; y nuevamente a manos de los genocidas en 1976 con el acontecimiento que evoca esta nota.

A su vez, decir Francisco López Muntaner, María Claudia Falcone, Claudio de Acha, Horacio Ungaro, María Clara Ciochinni y Daniel Racero es decir Boleto Estudiantil Secundario. Pero también es decir UES. Y decir UES es decir - entre otros - Cristian Caretti, Patulo Rave o Claudio Slemenson, cuadros fundadores aún no debidamente reivindicados del frente montonero en los colegios secundarios. La degradación de las políticas de la memoria perpetrada por esta democracia de baja intensidad no sólo incluye evocaciones oportunistas y crivadas por grandes omisiones, sino retrocesos doctrinarios notorios como el que constituye - en un país cuya mayoría aún corea la estrofa “por los derechos sociales… “ - volver a los derechos humanos del individuo, prescriptos por la Revolución Francesa.

Obviamente, a la nula discusión por el poder real de nuestros recursos le corresponde un significativo repliegue del pensamiento critico y la naturalización gradual de las tergiversaciones antes consignadas, todo lo cual tiende a consolidar una cultura de la postración que muy pocos perciben y denuncian, encandilados como están con impactantes guarismos electorales que prometen profundizar un “modelo” cuyas pautas programáticas, si existen, sólo conoce un puñado de “elegidos”.

De un tiempo a esta parte, los medios oficiales - afectos a construir el más edulcorado sentido común mediante términos tan posmodernos como “la opo” o “la corpo mediática” - han resuelto ensanchar el horizonte de las imputaciones por violación a los derechos humanos a los “cómplices civiles de la dictadura”. Cualquier luchador popular - ni hablar un afectado directo - debería estar de parabienes con la nueva. Salvo porque tal categoría - con la honrosa excepción de Magnetto - viene reservándose para lenguaraces o “gatos” de la farándula televisiva.

Antes que algún exégeta oficial aduzca que está preso José Alfredo Martínez de Hoz, el autor de estas líneas apela a la sensatez de sus lectores preguntando si la pena que merece este verdadero Licurgo de una Argentina saqueada son diez años de cautiverio por el secuestro del empresario Guttheim, cuando buena parte de la sociedad conoce que en él (y sus socios aún impunes) se resume la materia gris que diseñó toda la ingeniería conducente a la destrucción nacional, cargo por el cual aún no se ha decretado ni la más mínima sanción judicial… porque hacerlo afectaría a los capitales más concentrados del país, que hoy se benefician guarecidos tras el sillón de Rivadavia.

Como toda efemérides popular, la que evoca la lucha vigente de los secundarios caídos en La Plata hace a la ocasión propicia para denunciar a voz en cuello que esta etapa de miseria progresista distrae de una noción fundamental sobre la que toda militancia comprometida debería detenerse a reflexionar. Bajo los cantos de sirena de una primavera económica garantizada por planes sociales dependientes de los commotidies sojeros yace una verdad incontrastable: Sólo el poder troglodita se aferra a la represión. La modernidad dependiente insta al “diálogo”, al tiempo que somete apelando a la cooptación, perverso mecanismo de retardo de la rebeldía popular.-

JORGE FALCONE


Jorge Falcone es poeta, periodista, ensayista, comunicador audiovisual, hijo de médico y maestra y nieto del poeta popular magdalense Délfor B. Méndez, nació en La Plata, Provincia de Buenos Aires, el 22 de noviembre de 1953. Cursó estudios en la Escuela Superior de Bellas Artes y, proviniendo de un hogar profundamente comprometido con la causa de los humildes (su hermana Maria Claudia fue víctima de "La Noche de los Lápices") sufrió persecución por resistir contra el Proceso. En 1985, más allá de esporádicas intervenciones en revistas políticas o culturales, publicó su primer libro de poemas desde la Unión de Trabajadores del Arte y la Cultura de su ciudad natal: "Piedra Libre para todos mis compañeros". A mediados de 1987 fue seleccionado para integrar la "Segunda Antología de Poesía Joven Argentina" que publicara la Cooperativa Editora Hombre Nuevo. A fines del mismo año publicó su segundo libro, "Te sigo buscando, Liberación". Culminando 1988 dio a conocer su tercer trabajo, "Bitácora. Poesía en marcha con el pueblo"( primer premio Editorial Amaru). En 1989 publicó Poemágicos, y al año siguiente la antología "Arre! Potrillo de los Pobres". En 1992 fue designado por el Directorio del Fondo Nacional de las Artes como jurado del Concurso Internacional del Cono Sur de Poemas Ilustrados a realizarse en Río Gallegos, Provincia de Santa Cruz. En 1994 integró -seleccionado por la Embajada de las Letras-, la antología poética "Refugios del Ser", emanada del Primer Certamen Internacional de Literatura "Julio Cortazar". Al año siguiente fue honrado por la comuna de su lugar de origen integrando la antología municipal "Diagonales. Tilos y... poetas" junto a colegas de la talla de Aurora Venturini, Néstor Mux o Ana Emilia Lahitte. Simultáneamente, presentó su sexto libro, "La Esquina del Universo". En la primavera de 1999 dio a conocer sus últimos trabajos, el poemario "Salgan de las

cuevas...!" y la antología poética oral (en CD) "Falcompact". En 2001 publicó Memorial de guerralarga – un pibe entre cientos de miles e Itaka.

Es asesor audiovisual de la Secretaría para la Ciencia, la Tecnología y la Innovación Productiva y Docente en la Universidad de Palermo.

Jurado de numerosos concursos literarios. Director de Relaciones Públicas de la Sociedad Argentina de Escritores. Discípulo del cineasta Gerardo Vallejo (cine Liberación), fundó el grupo de cine Martín Fierro, participando de la realización documental "El otro país". Primer Premio UNCIPAR 1988.

6 de Septiembre, ni victimas ni martires: Héroes de la ResistenciA

Carta abierta a María Claudia Falcone a tres décadas de su último combate

Por Jorge Falcone

[Chiqui Falcone, hermano de Claudia Falcone, es autor de Piedra Libre para todos mis compañeros; Te sigo buscando Liberación; Poesia en marcha con el pueblo y Salgan de las cuevas]

-Aquí,

en los naufragios de setiembre,

la vida caudalosa monta guardia.

Armando Tejada Gómez

Treinta años después de vos poco queda del mundo que conociste. Aquel, bipolar, que por mandato del General nos encontró No Alineados (te acordás de Ho Chi Minh preso de la URSSpor no ser stalinista, te acordás de la soledad del Che en la Quebrada del Yuro?). Ese universo binario (Guerra Fría de Oriente y Occidente, consignas de Patria y de Muerte). Este otro tiende a la multipolaridad (Berlín ya sin Muro, Unión Europea, MERCOSUR). Y merced a la Revolución Tecnológica se acerca cada vez más a la utopía Mc Luhaniana de la Aldea Global. De todos modos, como canta Sabina, aún conviven -fibra óptica y ladilla. La principal potencia del planeta, por arbitraria, beligerante y falaz, se ha vuelto patética. Aún así, nadie le cree pero pocos la enfrentan resueltamente (como Irán, Corea, Cuba o Venezuela). Salvo intentos parciales -como el Foro Social de Porto Alegre- el mundo periférico todavía no ha vuelto a coaligarse. Es notable -resumiendo- la soledad de los pobres.

En este sur aguantamos varios Tsunamis: En los 80s, el de los oligarcogenocidas que casi nos dejan sin rebeldes; en los 90, el de los neoliberales que rifaron el Estado Nacional cantando La Marchita; y en los albores del Siglo XXI, el de los progres que barnizan el capitalismo salvaje con su buena onda. De resultas que el remanente de lo que ayer llamamos Argentina -con un norte amenazado por las fronteras flotantes y las iglesias electrónicas, y un sur disputado por Benetton y Ted Turner- se reduce a una entelequia mediática de sesenta cuadras en torno al Obelisco..

Lo peor de todo es que el mismo movimiento que surgió para clausurar la Década Infame, dio a luz otra semejante, cuyas consecuencias aún intentamos desmontar. Andá a silbar hoy La Marchita a algunos de los barrios diezmados de extramuro, andá a pedirle a un pibe que se excite con la mística revolucionaria que conoció el peronismo… en este presente módico al que muchos militantes aceptan como estación terminal de sus anhelos. Primero se rediseña con sangre la economía, después se rediseña con mediático empeño la Historia. De modo tal que hoy el desaparecido 30.001 es el pensamiento estratégico. Se ha desmontado -con saña y por décadas- la dialéctica de causa- consecuencia, el sentido de los hechos que construyen el presente. No concebirías, con tu lógica de otrora, que hoy educarse constituya un acto revolucionario de primer orden.

En tu caso, por ejemplo, en el sitio web www.politicaydesarrollo.com.ar he leído a ese Almirante Zaratiegui que le niega a Estela Carlotto el mismo nieto que el enfermero que asistió a ese parto confirma, recriminando la versión que te describe como una inocente Caperucita Roja que el lobo se tragó... A vos, que como tus captores supieron, fuiste tan subversiva y apátrida como el resto de tus compañeros. Y es que aún quedan incautos capaces de suponer que aquella adaptación fílmica que los bautiza perejiles cuenta con el beneplácito de los que aún no nos bajamos los lienzos... Lo que el poder no tergiversa, Claudia, lo escamotea; como al compromiso inviolado con que los ex guerrilleros nos avinimos al orden constitucional, mucho menos ventilado que la autocrítica uniformada. Perejil justo vos, hijita del Aramburazo que a la liberación sacaste sólo boleto de ida. A vos , a quien una cultura de la postración vincula exclusivamente con el Boleto Estudiantil Secundario, omitiendo las cañadas de la UES contra conspicuos matones de Las Tres A (como si avergonzara haber enfrentado resueltamente a los que vendieron la Nación).

En controversia reciente con un ex primer mandatario, el Presidente ha convertido a 30.000 en una cifra de mártires, lo cual -en un país mayoritariamente católico, apostólico y romano- equivale a considerarlos víctimas inocentes de una violencia arbitraria. Aún a aquellos que salieron a matar o morir por una Patria Justa, Libre y Soberana. Hace poco escuché la entrañable recopilación de canciones primerizas del trovador cubano Silvio Rodríguez. En uno de esos temas el cantautor entona -no tengo que cerrar los ojos para ver... en alusión a la precarización de la vida cotidiana que el bloqueo imperial impone a los suyos. Y el que escribe esas líneas tiene en ese entonces apenas 20 años. A veces me pregunto cómo es posible tan temprana claridad. Y suelo responderme que sólo es posible con una vigorosa Revolución detrás. A menudo los pibes se preguntan cómo es posible concebir, en un país de semejante complejidad, revolucionarios de 15 años. En consecuencia respondo que -lisa y llanamente- no es posible. Sin una heroica resistencia peronista de 18 años por detrás, y una ofensiva popular masiva al grito de -Luche y Vuelve.

En conclusión, hermana, no constituyen mayoría los pueblos que hoy apuestan a una versión más humana de este sistema inhumano. Y lentamente cuaja en Nuestra América la convocatoria bolivariana a inventar un Socialismo para el Siglo XXI. No porque se le ocurra al Cdte. Hugo Rafael Chávez Frías, sino porque Stalin no merece llevarse a la tumba esa utopía.

El odio, María Claudia es un sentimiento con mala prensa. Pero ha dicho el Che que -un pueblo sin odio no puede vencer. Sabido es que, inaugurada esta democracia formal, los beligerantes contra el régimen de facto renunciamos a toda acción directa. No hicieron lo propio los esbirros de la oligarquía económico-financiera: Violaron y aplastaron en Catamarca a una jovencita y después se guarecieron entre sus jueces; patearon hasta la muerte a un conscripto y lo ocultaron en sus cuarteles; lincharon a un ricotero en comisaría porteña; fusilaron a un seminarista rosarino en el techo de su merendero; e hicieron lo propio con un artista plástico y un ladrillero en la Estación de Avellaneda… pero cierran filas para que la ley no castigue a los ideólogos de esos hechos. Gendarmes pertrechados contra los pobres entran en acción a diario en parajes donde la prensa -nacional no llega (o decide no llegar). En resumen, que no renunció a la lucha armada la vieja oligarquía. Y que esto constituye la prueba más palmaria de que nunca tuvo dos demonios la Argentina. Aquí no se habla del odio que deviene venganza, sino de la furia que se torna memoriosa energía creativa. Con miras a construir mayoría, para que un mañana justo ya no cueste más vidas.

Evita lo sabía, Clau, los que menos tienen son los que más dan: Ante un Estado diezmado emergió vigoroso tu Pueblo de siempre, multiplicando el voluntariado solidario a lo largo de la Patria. Montando merenderos, salitas de guardia y consultorías jurídicas gratuita

s, huertas comunitarias, fabricas recuperadas, y los más diversos microemprendimientos. Porque, como dijo Ernesto Cardenal, el sacerdote sandinista: El Pueblo nunca muere.


La taba está en el aire, compita de los bellos días. Y en tanto gira, Johanna se refugia en un cyber de Mendoza para huir del bardo familiar, y me escribe un mail donde expresa que desearía ser vos. Nahuel, a sus doce, cuida sus cotorritas en Puente de Fier

ro a la espera de dedicarte un poema a viva voz el próximo 16; y Lucas, a sus catorce, rebobina en La Aceitera una película que te nombra, para entender de una vez. En resumen, mi dulce interlocutora, que ni vencimos aún... ni esta dicha la última palabra.

Tu hermano Jorge,

que siempre extraña nuestras charlas.

Y aquella risa que no cesa.

MAS INFO EN: ELORTIBA.ORG /JORGE FALCONE




A pesar de la noche, los lápices siguen escribiendo

El 16 de septiembre de 1976 diez estudiantes secundarios de la Escuela Normal Nro 3 de la Plata son secuestrados tras participar en una campaña por el boleto estudiantil. Tenían entre 14 y 17 años. El operativo fue realizado por el Batallón 601 del Servicio de Inteligencia del Ejercito y la Policía de la Provincia de Buenos Aires, dirigida en ese entonces por el general Ramón Camps, que calificó al suceso como lucha contra "el accionar subversivo en las escuelas". Este hecho es recordado como "La noche de los lápices".

LOS ESTUDIANTES SECUNDARIOS Y LA POLITICA ENTRE 1973-1976

El arribo de la democracia en el mes de mayo de 1973, luego de un proceso creciente de enfrentamientos contra la dictadura miliar que gobernaba desde junio de 1966, trajo consigo la irrupción en la vida política y social de los distintos sectores populares que habían experimentado un crecimiento sustancial durante las luchas; entre ellos, los estudiantes secundarios.

En el movimiento estudiantil secundario se vivieron experiencias hasta ese momentos inéditas en lo referente a participación política, en tanto ésta es atendida en un sentido partidario más o menos directo.

El diario La Opinión editó en 1973 un suplemento dedicado al análisis de los fenómenos políticos entre los adolescentes. En dicho suplemento se publicaron los resultados de una encuesta que realizó el periódico entre 252 estudiantes. Se comprobó que el 30,3% de los jóvenes encuestados tenía algún tipo de participación política.

La política había impregnado el conjunto de la vida estudiantil, dentro y fuera de los colegios. Las organizaciones políticas vieron incrementado notoriamente el número de sus militantes y el grado de su influencia. Según el suplemento citado, "las tres fuerzas más importantes son, en este orden, la Unión de Estudiantes Secundarios, (UES), la Federación Juvenil Comunista (FJC) y la Juventud Secundaria Peronista (JSP)"

La encuesta de La Opinión revelaba también que en 1973 los estudiantes secundarios se inclinaban ante figuras emblemáticas de la izquierda, con la salvedad de Perón, quién asumía, para una porción amplia de los estudiantes, contornos casi revolucionarios. Pese a todo, quien encabeza la encuesta era el Che Guevara con el 67%, a continuación venía J. D. Perón con 66% y a mayor distancia, Salvador Allende con 19%; Fidel Castro con 19%; Eva Perón 17 % y Mao-Tsé-Tung con 16%.

En esta encuesta queda por demás claro que para aquélla generación de estudiantes los referentes revolucionarios y socialistas eran los que ocupaban más espacio en la conciencia estudiantil.


En aquellos años se había alcanzado un nivel de conciencia, acción y participación bastante elevados con lo cual el nivel de cuestionamiento al sistema capitalista era de por demás peligroso para la burguesía y los sectores reaccionarios de nuestro país.

EL GOLPE DE 1976

En la historia de nuestro país, como en el resto de América latina, los golpes de Estado siempre estuvieron al servicio de la clase dominante y del imperialismo. Pero el golpe de Estado de 1976 se podría caracterizar no tan solo como el más sangriento vivido en la historia de nuestro país, sino también como el más pro-imperialista, ya que el estado político-económico que dejó la dictadura le sirvió al imperialismo para garantizar su hegemonía en la región durante décadas.

LOS OBJETIVOS DEL PROCESO

Uno de los objetivos más tenazmente buscado por la dictadura militar que gobernó entre 1976 y 1983 fue neutralizar a buena parte de la juventud y ganar a una porción para su propio proyecto reaccionario

Para los que no encajaban en sus esquemas se aplicaban distintos métodos "preventivos", desde el asesinato y la desaparición, hasta la más refinadas formas de marginación social y psicológica, pasando, claro esta, por la clásica y tradicional prisión.

Cuando asumieron en 1976 los militares consideraban que en la Argentina había una generación perdida: la juventud. Esta, por la sofisticada acción de "ideólogos" se había vuelto rebelde y contestataria.

Si bien el gobierno militar toma en cuenta la situación en la que se encontraba la juventud argentina, no fue tan obstinado como para suponer que se debía atacar a toda la juventud por igual. La política hacia los jóvenes parte de considerar que los que habían pasado por la experiencia del Cordobazo y demás luchas previas a 1973, los que habían vivido con algún grado de participación el proceso de los años 73, 74 y 75, los estudiantes universitarios y los jóvenes obreros, eran en su mayoría irrecuperables y en consecuencia había que combatirlos. Para ello utilizaron un pretexto tan obvio como falaz: se trataba de subversivos reales o potenciales que ponían en riesgo al conjunto del cuerpo social. El ser joven pasa a ser un peligro.

Al mismo tiempo, y pensando en el largo plazo, se empieza a desarrollar una estrategia que va más allá de la eliminación del "enemigo". Se empieza a poner la mira sobre el relevo. Ahí están los estudiantes secundarios. Al momento del golpe tienen entre 13 y 18 años más de un millón de jóvenes.

EL TERROR EN LAS AULAS

Uno de los aspectos más dramáticos de la represión vivida en aquellos años fue el secuestro de adolescentes. Llegaron a 250 los desaparecidos que tenían entre 13 y 18 años, claro que no todos estudiaban. Muchos se habían visto obligados a abandonar la escuela para incorporarse al mundo del trabajo.

Pero de los procedimientos utilizados surge claramente que no se trataba de hechos aislados, sino de una investigación pormenorizada en distintas escuelas. En una entrevista concedida a un grupo de padres, un coronel de Campo de Mayo les expresó que se llevaban a los jóvenes que habían estudiado "en colegios subversivos para cambiarles las ideas".

El 16 de septiembre de 1976, 10 estudiantes secundarios de la Escuela Normal Nº 3 de la Plata, son secuestrados tras participar en una campaña por el boleto estudiantil. Todos tenían entre 14 y 17 años. El operativo fue realizado por el Batallón 601 del servicio de Inteligencia del ejercito y la Policía de la Provincia de Buenos Aires, dirigida en ese entonces por el general Ramón Camps, que califico al suceso como "accionar subversivo en las Escuelas". Este hecho es recordado como "La noche de los lápices".

Solo tres de ellos aparecieron un tiempo después. Pablo Díaz, uno de los liberados, declaró en el juicio a las ex juntas: "Yo pertenecía a la Coordinadora de Estudiantes Secundarios de la Plata y con los chicos del colegio fuimos a presentar una nota al Ministerio de Obras Públicas".

Levantaron chicos en algunos colegios que tenían "marcados" y enemigo era todo aquel estudiante que se preocupara por los problemas sociales, por fomentar entre los estudiantes la participación y la defensa de los derechos de los mismos.

HOY LOS LAPICES SIGUEN ESCRIBIENDO.

Hoy los estudiantes secundarios están de a poco recuperando aquella tradición de lucha y defensa por los derechos a una educación al servicio del pueblo y con mayor presupuesto.

Hoy los secundarios, sector dinámico de nuestra sociedad, tienen un doble desafío, que es la de reconstruir la memoria de lucha de nuestro pueblo y la de reorganizarse para enfrentar eL calamitoso estado de nuestra educación, ya que ellos son los más perjudicados.

Bibliografia consultada: Estudiantes secundarios: Sociedad y política, Berguier, Hechker y Schifrin.

Comunicadores Solidarios - Agencia Latina de Información Alternativa, 16/09/2005

Datos: www.alia.com.ar, Córdoba, 15 de Septiembre de 2005

[La ilustración pertenece a Ricardo Ajler]





Quienes fueron los chicos asesinados

La siguiente es la nómina de los chicos asesinados. Los dos más grandes tenían 18 años.

DANIEL ALBERTO RACERO "Calibre", 18 años.

Hijo de un suboficial naval peronista que murió en el 73, trabajó desde pibe como mensajero. Cuando ingresó a la UES del Normal 3 de La Plata, escribió: "Encontré una trinchera para luchar por una causa justa". Realizó labores de vacunación, recuperación de viviendas y apoyo escolar en barrios pobres y participó de la conquista del BES (Boleto Escolar Secundario). Secuestrado en la casa de Horacio Ungaro el 16/09/76 fue visto en Arana y Pozo de Banfield.

MARIA CLAUDIA FALCONE 16 años

Hija de un ex intendente peronista de La Plata, se sumó a la UES a poco de ingresar a Bellas Artes. Después del 73 participó en tareas de apoyo escolar y de sanidad en barrios pobres de La Plata. En el 75 participó activamente en la campaña por el boleto estudiantil. Secuestrada 16/09/76 en la casa de su abuela paterna, fue vista en Arana y Pozo de Banfield

MARIA CLARA CIOCCHINI 18 años

Alumna de colegios católicos, participó del scoutismo parroquial y en la UES de Bahía Blanca. Debido a los crímenes de la Triple A y la CNU en esa ciudad, a fines del 75 se mudó a La Plata donde se inscribió en Bella Artes y se fue vivir a la casa de Claudia Falcone. Fueron secuestradas juntas el 16/09/76. Fue vista en Arana y Pozo de Banfield.

FRANCISO LOPEZ MUNTANER "Panchito", 16 años.

Hijo de trabajador petrolero peronista preso durante el Plan Conintes que en el 73 se alineó con el sindicalismo ortodoxo, Panchito marchó contra la corriente familiar: era hincha de Gimnasia y militó en la UES de Bellas Artes. Junto a Claudia Falcone participó en trabajos voluntarios en barrios humildes y en la lucha por el BES en 1975. Secuestrado 16/09/76, fue visto en Arana y Pozo de Banfield.

CLAUDIO DE ACHA 17 años.

Sus padres eran trabajadores con ideas de izquierda y tras el triunfo de Cámpora participó de la toma del Colegio Nacional por su democratización. Tímido y gran lector, se incorporó a la UES luego de la muerte de Perón. Como todos, participó en las manifestaciones por el BES. Secuestrado 16/09/76, fue visto en Arana y Pozo de Banfield.

HORACIO UNGARO 17 años.

De familia comunista, en el 74 rompió la tradición familiar y se sumó a la UES del Normal N 3. Gran lector y excelente alumno, participó de la lucha de la Coordinadora por el BES. Realizaba tareas de apoyo escolar en la villa ubicada detrás del hipódromo platense. Secuestrado 16/09/76, fue visto en Arana y Pozo de Banfield.

Los chicos que sobrevivieroN

Cuatro de los pibes que, entre el 16 y 17 de septiembre fueron secuestrados, lograron su libertad entre el 78 y el 80, tras estar a disposición del PEN (Poder Ejecutivo Nacional).

PABLO DIAZ 18 años.

Hijo de un docente universitario peronista de derecha, fue expulsado de un colegio católico y recaló en "La Legión". Había militado en la UES pero en 1976 militaba en la Juventud Guevarista. Secuestrado 21/09/76. Estuvo en Arana, Pozo de Banfield, Comisaría 3 de Valentín Alsina y U-9 de La Plata (a disposición del PEN hasta 1980).

GUSTAVO CALOTTI "Francés", 18 años.

Egresado del Colegio Nacional de La Plata, era cadete policial cuando fue secuestrado 08/09/76. Había militado en la UES pero en el ’76 ya se había desvinculado y estaba más próximo a agrupaciones de izquierda. Estuvo en Arana, Pozo de Quilmes, Comisaría 3 de Valentín Alsina y U-9 de La Plata (a disposición del PEN hasta 1979).

EMILCE MOLER

17 años. Militante de la UES en la Escuela de Bellas Artes, era hija de un comisario inspector retirado. Secuestrada el 17/09/76. Estuvo en Arana, Pozo de Quilmes, Comisaría 3 de Valentín Alsina y Devoto (a disposición del PEN hasta marzo 78)

PATRICIA MIRANDA 17 años.

Estudiante De Bellas Artes, nunca participó de las luchas por el boleto estudiantil ni tuvo militancia política. Secuestrada el 17/09/76, nunca hizo la denuncia. Estuvo en Arana, Pozo de Quilmes, Valentín Alsina y Devoto (a disposición del PEN hasta marzo 78).

Los otros secuestradoS

La Comisión Provincial de la Memoria registra varios "ensayos" de la Noche de los Lápices:

El 1 de septiembre, y tras ser interrogados por el vicerrector del Colegio Nacional de La Plata, Juan Antonio Stormo, fueron secuestrados a pocas cuadras cuatro alumnos: Eduardo Pintado, Víctor Vicente Marcaciano, Pablo Pastrana (militantes comunistas) y Cristian Krause, sin ningún tipo de militancia. Pintado logró escapar.

El 4 de setiembre fueron secuestrados Víctor Triviño, de "La Legión" (continúa desaparecido), Fernanda María Gutierrez (Liceo Víctor Mercante), Carlos Mercante (Colegio del Pilar ) y Alejandro Desío, Abel Fuks, Graciela Torrado (los tres del Colegio Bellas Artes) y Luis Cáceres (de la Escuela Técnica), los cuatro últimos militantes del GESA (Grupo de Estudiantes Secundarios Antiimperialistas




El relato del relator de aquella noche

"Me gritaban que no los olvide", recordó Pablo Díaz

Tuvo un salvoconducto que lo salvó de la muerte. Hoy, a treinta años, dice que se convirtió en el difusor de aquella trágica jornada porque fue y es un mandato. "Yo respondo por mi juramento, que está basado en los últimos minutos de convivencia. Como sobreviviente respondo a eso", le contó a Télam.

"Yo respondo por mi juramento, que está basado en los últimos minutos de convivencia. Ellos me gritaban que no los olvide y que los recuerde siempre. Como sobreviviente respondo a eso", dice Pablo Díaz, el gran "relator" de La Noche de los Lápices.

Detenido el día de la primavera de 1976, cinco días más tarde que el resto de sus compañeros, asegura que su rol, ese que cumplió durante el juicio a los comandantes de 1985 y luego, durante años recorriendo colegios para comentar la película, poniéndose frente a micrófonos y cámaras, y volviendo a testimonial en tribunales, "es un mandato".

"Soy el único que salió con vida del Pozo de Banfield, el único que estaba con ellos cuando me dijeron que tenía un salvoconducto que me salvaba de la ejecución y que me trasladaban bajo la amenaza de no contar nunca lo que había vivido, de lo que había sido testigo. Sólo ellos me gritaban que no los olvide y que los recuerde siempre", repite.

Su relato se amolda entonces al de un tipo que dice que lo suyo durante noventa días fue "esperar el traslado final", igual que los seis pibes que se llevaron la peor parte: "en Banfield estábamos condenados a morir".

Díaz, que hoy a los 48 años es un exitoso empresario del área energética, replica también con algún enojo cuando se le insinúa "arbitrariedad" en el recorte de su relato.

"El operativo de La Noche de los Lápices fue un secuestro planeado y sistemático de estudiantes secundarios, relacionados con un hecho justificado para ellos: anular una potencial resistencia al proyecto adulto o político a implementar".

¿Porqué un operativo contra los secundarios y no contra militantes en un sentido genérico?

El documento elaborado en la jefatura de policía decía textualmente que había que eliminar el semillero subversivo. El operativo partió de suponer la desarticulación política y militar de las organizaciones guerrilleras, y de los sectores universitario o barrial, de modo que buscaban la desarticulación de los secundarios. Todo hace pensar que ese operativo empezó por agosto y terminó sobre fines de noviembre.

¿Se simplificó el relato para que hubiera poca militancia y hacerla una historia "posible" en los 80?

Si, a la distancia es así. Yo recuerdo que cuando trabajamos en el guión de la película había un marcado miedo de que la gente nos viera culpables por haber militado en una organización política, algo que hoy es parte de la normalidad democrática. Pero en ese momento trabajábamos contra prejuicios fuertes como el "por algo será". Allí razonamos que lo importante era reconstruir valores, porque ninguna sociedad admite fácilmente las cosas que dejó pasar aunque luego le horroricen.

Y hoy, treinta años después, cómo es la memoria de "La noche.."?

La Noche de los Lápices será la historia de todos los sobrevivientes secundarios reprimidos en la dictadura, será la historia de todos los estudiantes secundarios reprimidos hoy, será la historia que querran que sea los secundarios de mañana. Pero también hay una historia que no podrá ser contada por ellos, los noventa días de soledad, de amor, de compañerismo de despedida y de muerte. Sólo de ahí, y de ningún lado más, yo soy el sobreviviente.





16/09/2008 - Las Madres participaron de un acto en memoria a La Noche de los Lápices

La Asociación Madres de Plaza de Mayo participó de un acto en el Colegio Nacional de la Universidad Nacional de La Plata, a 32 años de la Noche de los Lápices. Por primera vez, en los 123 años del Colegio, además, las autoridades recibieron a una presidenta y a un ex presidente: Cristina Fernández y Néstor Kirchner.
Las palabras del rector Gustavo Oliva, agradeciendo los aportes del gobierno nacional para reconstruir el edificio centenario, inspiraron a la Presidenta, que recordó los años 70 en la ciudad de La Plata, e inclusive una marcha en repudio al golpe de Allende, que la llevo a mencionar su presencia ayer en Chile, en la Casa de la Moneda para solidarizarse, junto a los mandatarios de UNASUR, con el pueblo boliviano y su presidente Evo Morales Ayma.
Cristina Fernández señaló que “todos los pedazos vuelven a juntarse y pudimos volver a reconstruir” y que hoy el recuerdo no tiene que ser de tristeza, “al contrario, tiene que ser de alegría, porque en aquellas épocas duras, de enfrentamientos, había también alegría porque se quería cambiar un mundo y una sociedad que la vivíamos como injusta”.
Estuvieron presentes, también, Emilce Moler, una de los sobrevivientes de aquella masacre, junto a Pablo Díaz, Gustavo Calotti y Patricia Miranda, y familiares de los desaparecidos Claudio de Acha, María Clara Ciocchini, María Claudia Falcone, Francisco López Muntaner, Daniel Racero, Daniel Favero y Horacio Úngaro.
Tras finalizar el acto, las Madres se dirigieron a la explanada del Ministerio de Obras Públicas, donde cada año finaliza la movilización que los estudiantes secundarios realizan para reivindicar a los jóvenes desaparecidos. Allí Hebe de Bonafini, presidenta de la Asociación, dirigió las siguientes palabras a los estudiantes:
“Cuando uno escucha fechas y recuerda momentos, pensamos en tantos, en tantas noches de los lápices que vivimos, en esta ciudad sobre todo. Pero también en otras: ‘La noche del apagón’, en Jujuy; ‘La noche de las corbatas’, de Mar del Plata; ‘La noche de los lápices, por supuesto, hoy estamos acordándonos, La noche, también, de los compañeros de los ingenios, y la noche de cada una nosotras, cuando empezaban a llevarse a nuestros hijos. Cada día las madres tenemos un día: una mira y dice ‘hoy es la fecha en que se llevaron a mi hijo’, ‘hoy cumpliría años’. Al otro día viene otra y dice ‘hoy me destruyeron y quemaron la casa’. Todos los días, todas las horas y todos los minutos es para acordarnos de ellos, de los 30.000, de los que dieron la vida por este país, de los que dieron la vida para que hoy nosotros podamos estar acá. Ustedes son muy jovencitos y están empezando una lucha. A mí me pone muy feliz ver que los jóvenes comiencen la lucha, me parece maravilloso porque los jóvenes tienen que ser rebeldes, lo más rebeldes posible, no formando tribus como se acostumbra ahora. La rebeldía hay que ponerla donde hay que ponerla, que es donde hay que poner los huevos para luchar como revolucionarios.
Y una cosa también les digo chicos. Muchas veces nos dicen que somos pocos o a veces ustedes quieren armar una reunión y no vienen todos, los llaman, vienen la mitad. Las Madres empezamos catorce. Catorce madres, nadie nos quería dar bola. Decían ‘están locas, van a enfrentar a la dictadura en una plaza, las van a matar’. Sí, algunas de nosotras desaparecieron, algunas de nuestras madres desaparecieron, es verdad, y nos ponían siempre presas. Pero cuando uno tiene un objetivo claro, que supuestamente es el que ustedes se tienen que marcar, que es hacer este país, construir este país, poner todo lo que son, que tienen ustedes, para que este país sea el que quisieron los chicos de la noche de los lápices. No nos olvidemos de ninguno de los 30.000. Ustedes van a hacer los responsables de que este país sea lo que todos queremos, lo que todos nos merecemos. Y no importa cuando nos dicen que somos pocos, siempre nos dicen que somos minoría. Si nosotros les hubiéramos hecho caso a los políticos, que nos decían ‘están locas, las van a matar’, hoy no estaríamos recordando aquí la noche de los lápices.

Es maravilloso que la juventud luche pero vuelvo otra vez a hablar de nuestros hijos. Lucharon y eran felices y si ustedes alguna vez piensan que están cansados, traten de volver a un momento de felicidad. Porque cuando uno se cansa de luchar, ya no está haciendo las cosas bien. La lucha nunca nos puede dar cansancio, la lucha tiene que ser apasionada, revolucionaria, con todo lo mejor que tenemos y también a ser felices, aprender a cantar, a disfrutar de la vida. Ser rebelde no quiere decir que hay que estar todo el día pensando en la revolución.
La revolución se hace cada mañana cuando uno se levanta y dice ‘qué carajo voy a hacer hoy por el otro’. Y metense en la cabeza: ‘el otro soy yo, el otro soy yo, el otro soy yo’; y así vamos a construir este país, cuando pensemos en el otro. Qué le pasa al otro, me pasa a mi, y la verdad ajustada como un guante y traten, por todos los medios, cuando los difaman, porque hoy no hay oposición, hay difamadores, no hay oposición por desgracia, ojalá hubiera una oposición seria, hace falta la oposición para gobernar pero hoy hay difamadores. No hay que contestar la difamación. A la difamación se responde con laburo, con marchas, con trabajo y sintiendo que la revolución llega inexorable, lentamente, a cada uno de nosotros, primero para después hacer la revolución entre todos. Gracias”




El testimonio de Nelva Méndez, madre de Claudia Falcone, 1998*

Nelva Alicia Méndez, madre de María Claudia Falcone -una de las estudiantes desaparecidas durante la recordada y trágica "Noche de los lápices"-, relató pormenorizadamente los detalles del secuestro de su hija, en los primeros minutos del 16 de septiembre de 1976, además de las dos detenciones de las que fueron víctimas ella y su esposo.

Con los testimonios de Méndez y de familiares de víctimas de la represión, se desarrolló ayer la tercera jornada de las audiencias públicas en la Cámara Federal de La Plata para conocer el destino de desaparecidos durante el último régimen militar.

En su relato, Nelva Méndez, precisó que María Claudia, quien cursaba el quinto año en el Bachillerato de Bellas Artes, fue secuestrada por efectivos del Ejército del departamento de una tía suya, en el centro de nuestra ciudad, ubicado en 56 nro. 556, junto a su compañera María Clara Ciocchini, en la misma jornada en que otros cinco estudiantes secundarios fueron detenidos durante "La noche de los lápices".

Indicó que, según el testimonio de otros ex detenidos, pudo establecer que su hija, al igual que los otros adolescentes, en un primer momento fue alojada en un centro de la localidad de Arana, y con posterioridad trasladada a "El Pozo", dependencia policial de Banfield, en tanto que "averiguamos que los fusilaron en el subsuelo de la Jefatura de la Policía Bonaerense", de calle 2 entre 51 y 53.

La testigo pudo identificar a militares implicados en casos de desaparición o a quienes visitaban los centros clandestinos de detención como es el caso del capitán "Colores", y a los entonces posibles jefes de zona Carlos Minicucci y Guillermo Suárez Mason.

La mujer recordó las dos ocasiones en las que junto a su marido Juan Carlos, permaneció secuestrada en los centros clandestinos "La Cacha", en la vecina localidad de Lisandro Olmos, y en "El Banco", donde fueron sometidos a torturas durante los interrogatorios, para conocer el paradero de Jorge, el otro hijo del matrimonio.

También remarcó que durante su permanencia en el centro clandestino "el Banco" en Capital Federal, algunos de los detenidos eran liberados durante algunos días a cambio de ofrecer información para que se pudieran detener a otras personas.

Durante su relato al tribunal, presidido por Leopoldo Schifrinn, la señora de Falcone subrayó que "ellos (los secuestradores) no sólo mataron a mi hija, sino también a mi esposo".

En tal sentido, dijo que su marido, poco después de haber recuperado la libertad luego de 45 días de cautiverio, falleció a comienzos de 1978 a raíz, dijo Falcone, de los golpes recibidos en las sesiones de tortura.

Asimismo, los camaristas escucharon ayer los testimonios de Stella Maris Balboa, hermana del desaparecido Jorge Balboa, y de Elsa Noemí Bacchini, esposa de Héctor Paladino, de quien nunca se pudo llegar a establecer cuál fue su destino.

El 16 de septiembre de 1976, siete alumnos que asistían a establecimientos educativos de La Plata fueron secuestrados por fuerzas de seguridad cuando reclamaban la devolución del boleto estudiantil, en una jornada que pasó a ser conocida como "La noche de los lápices".

Francisco López Muntaner, María Claudia Falcone, Claudio de Acha, Horacio Ungaro, María Clara Ciochinni y Daniel Racero son los seis estudiantes que permanecen desaparecidos, en tanto el séptimo, Pablo Díaz, fue liberado poco después del secuestro.

La madre de Falcone compareció ayer ante la Cámara Federal de La Plata, donde desde el 30 de septiembre último se desarrolla un juicio oral para conocer el destino de unas dos mil personas desaparecidas en La Plata durante la última dictadura militar.

Las audiencias se realizan todos los miércoles y están citados a declarar miembros del Ejército y de la Armada, policías federales y bonaerenses, retirados y en actividad.

Fuente: Hoy en la Noticia, La Plata, 15/10/98



*[24/12/06, Télam] Nelva Falcone, de 76 años, murió el 24/12/06 en La Plata. Con la muerte de Nelva Falcone, desaparece una de las primeras Madres de Plaza de Mayo. Falcone se unió a las Madres a partir de la desaparición de su hija María Claudia, en la Noche de los Lápices de setiembre de 1976.

El testimonio de Nelva Méndez, madre de Claudia Falcone, 1998*

Nelva Alicia Méndez, madre de María Claudia Falcone -una de las estudiantes desaparecidas durante la recordada y trágica "Noche de los lápices"-, relató pormenorizadamente los detalles del secuestro de su hija, en los primeros minutos del 16 de septiembre de 1976, además de las dos detenciones de las que fueron víctimas ella y su esposo.

Con los testimonios de Méndez y de familiares de víctimas de la represión, se desarrolló ayer la tercera jornada de las audiencias públicas en la Cámara Federal de La Plata para conocer el destino de desaparecidos durante el último régimen militar.

En su relato, Nelva Méndez, precisó que María Claudia, quien cursaba el quinto año en el Bachillerato de Bellas Artes, fue secuestrada por efectivos del Ejército del departamento de una tía suya, en el centro de nuestra ciudad, ubicado en 56 nro. 556, junto a su compañera María Clara Ciocchini, en la misma jornada en que otros cinco estudiantes secundarios fueron detenidos durante "La noche de los lápices".

Indicó que, según el testimonio de otros ex detenidos, pudo establecer que su hija, al igual que los otros adolescentes, en un primer momento fue alojada en un centro de la localidad de Arana, y con posterioridad trasladada a "El Pozo", dependencia policial de Banfield, en tanto que "averiguamos que los fusilaron en el subsuelo de la Jefatura de la Policía Bonaerense", de calle 2 entre 51 y 53.

La testigo pudo identificar a militares implicados en casos de desaparición o a quienes visitaban los centros clandestinos de detención como es el caso del capitán "Colores", y a los entonces posibles jefes de zona Carlos Minicucci y Guillermo Suárez Mason.

La mujer recordó las dos ocasiones en las que junto a su marido Juan Carlos, permaneció secuestrada en los centros clandestinos "La Cacha", en la vecina localidad de Lisandro Olmos, y en "El Banco", donde fueron sometidos a torturas durante los interrogatorios, para conocer el paradero de Jorge, el otro hijo del matrimonio.

También remarcó que durante su permanencia en el centro clandestino "el Banco" en Capital Federal, algunos de los detenidos eran liberados durante algunos días a cambio de ofrecer información para que se pudieran detener a otras personas.

Durante su relato al tribunal, presidido por Leopoldo Schifrinn, la señora de Falcone subrayó que "ellos (los secuestradores) no sólo mataron a mi hija, sino también a mi esposo".

En tal sentido, dijo que su marido, poco después de haber recuperado la libertad luego de 45 días de cautiverio, falleció a comienzos de 1978 a raíz, dijo Falcone, de los golpes recibidos en las sesiones de tortura.

Asimismo, los camaristas escucharon ayer los testimonios de Stella Maris Balboa, hermana del desaparecido Jorge Balboa, y de Elsa Noemí Bacchini, esposa de Héctor Paladino, de quien nunca se pudo llegar a establecer cuál fue su destino.

El 16 de septiembre de 1976, siete alumnos que asistían a establecimientos educativos de La Plata fueron secuestrados por fuerzas de seguridad cuando reclamaban la devolución del boleto estudiantil, en una jornada que pasó a ser conocida como "La noche de los lápices".

Francisco López Muntaner, María Claudia Falcone, Claudio de Acha, Horacio Ungaro, María Clara Ciochinni y Daniel Racero son los seis estudiantes que permanecen desaparecidos, en tanto el séptimo, Pablo Díaz, fue liberado poco después del secuestro.

La madre de Falcone compareció ayer ante la Cámara Federal de La Plata, donde desde el 30 de septiembre último se desarrolla un juicio oral para conocer el destino de unas dos mil personas desaparecidas en La Plata durante la última dictadura militar.

Las audiencias se realizan todos los miércoles y están citados a declarar miembros del Ejército y de la Armada, policías federales y bonaerenses, retirados y en actividad.

Fuente: Hoy en la Noticia, La Plata, 15/10/98

*[24/12/06, Télam] Nelva Falcone, de 76 años, murió el 24/12/06 en La Plata. Con la muerte de Nelva Falcone, desaparece una de las primeras Madres de Plaza de Mayo. Falcone se unió a las Madres a partir de la desaparición de su hija María Claudia, en la Noche de los Lápices de setiembre de 1976.



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4 comentarios:

Anónimo dijo...

esto es pura mierda marxista y apatrida como pablo diaz ex mtp zurdo hijo de puta...

Belén dijo...

Siempre que me siento una idiota, recuerdo que hay alguien más pelotudo como este sorete que escribe pelotudeces arriba desde lo anónimo.

me dijo...

Jajaja me hiciste reír Belén.

me dijo...

Es verdad no se recuerda igual a slemenson o beckerman, en todo caso se debería extender la noción de q las dictaduras fueron una noche de los lapices incesante, porque se persigue y mata gente desde mucho antes del 16 de septiembre de 1976. Si siento q hoy es mas posible soñar este sueño dormido, y eso me da esperanzas.