domingo, 25 de septiembre de 2011

JUICIO POR VIOLACIONES A LOS DERECHOS HUMANOS EN MAR DEL PLATA- LA NOCHE DE LAS CORBATAS


JUICIO POR DELITOS DE LESA HUMANIDAD EN MAR DEL PLATA

“ LA NOCHE DE LAS CORBATAS”

*Comenzó en Mar Del Plata el juicio por torturas, detenciones, desapariciones y asesinatos cometidos durante la dictadura en la Comisaría 1º y Comisaría 4º, en el Centro Clandestino de Detenciones “ La Cueva ” (ex Radar de la Base Aérea de M.D.P.)

*El Archivo Nacional de la Memoria y organizaciones sociales y de DDHH señalizaron la “Comisaría Cuarta”, de MDP como “SITIO DE MEMORIA”

*En julio de 1977 un grupo de abogados detenidos ilegalmente por la represión en esos claustros fue masacrado, el episodio es recordado como “ La Noche de Las Corbatas”

*La Comisión Provincial Por la Memoria firmó con el Instituto Nacional de Cine (INCAA) un convenio para tomar registros audiovisuales de los juicios de DDHH

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Hablamos con:

-Judith Said, coordinadora del Archivo Nacional de la Memoria , directora del proyecto de Señalización de ex CCD

-Carlos Bozzi, abogado, sobreviviente de la Noche de Las Corbatas

-Hugo Cañon, ex fiscal en juicios de DDHH, y presidente de la Comisión Provincial Por la Memoria

Escuchamos otros testimonios de los familiares de las victimas.


Mas info en Elortiba.org

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PODES ESCUCHAR EL PROGRAMA





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Entre la tarde del 6 y la madrugada del 13 de julio de 1977 fueron secuestradas en Mar del Plata once personas, entre ellas varios abogados. La lista incluye a los letrados Norberto Centeno, Salvador Manuel Arestín, Raúl Hugo Alaiz, Camilo Ricci, Carlos A. Bozzi y Tomás J. Fresneda. Las otras cinco personas fueron José Verde y su esposa, María de las Mercedes Argañaraz de Fresneda –embarazada de 4 meses- Maria Esther Vázquez de García y su esposo Néstor Enrique García Mantica. De todos ellos, solo José Verde y su esposa, el Dr.Camilo Ricci y el Dr. Carlos A. Bozzi sobrevivieron a aquellos trágicos días. La simultaneidad del secuestro de seis abogados en solo dos días, y el alojamiento de los mismos en las instalaciones del viejo radar situado en la Base Aérea cercana a la ciudad de Mar del Plata, bautizó a esa noche como LA NOCHE DE LAS CORBATAS.




Base aérea Mar del Plata
Ubicación: Provincia de Buenos Aires, Ruta Nacional Nº 2. Lindante con el Aeropuerto de la ciudad de Mar del Plata.
Descripción: El lugar utilizado como centro de detención clandestina está a 600 metros dentro de la base desde su entrada principal. Es una construcción subterránea sobre la cual se encuentra la torre de un viejo radar. Actualmente ha sido reformada para utilizarse como polvorín auxiliar.
Exteriormente es un montículo de tierra de forma trapezoidal con una entrada casi a ras del suelo; para acceder a la construcción se debe descender unos quince escalones que desembocan en un pasillo a cuya mano derecha se encontraba la sala de máquinas, que era utilizada como sala de torturas; la cocina y el baño. En la mano izquierda había seis recintos d
e diferentes dimensiones que eran utilizados como celdas, el acceso a dos de ellos era a través de otros, ya que no contaban con puertas que dieran directamente al pasillo.

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Primer Juicio Oral en Mar del Plata a un ex represor

El 30 de mayo el Juez Federal de Mar del Plata Alejandro Castellanos resolvió la elevación a juicio de la instrucción que desarrollaba respecto del Suboficial Mayor de la Fuerza Aérea (re) Gregorio Rafael Molina por la comisión de delitos de lesa humanidad durante la última dictadura militar.

En la parte pertinente Castellanos resuelve "Elevar las presentes actuaciones para su tratamiento en juicio oral y público en orden a los delitos de: Homicidio agravado por ensañamiento, alevosía y con el concurso premeditado de dos o mas personas (2 hechos), privación ilegitima de la libertad agravada por ser perseguidos políticos (38 hechos) e imposición de tormentos a los presos agravado por ser estos perseguidos políticos (38 hechos)".

Cristina Fernández, 7 de julio 2008 - Homenaje en la CGT a Norberto Centeno y La Noche de las corbatas

En la causa son querellantes entre otros Ledda Barreiro de Muñoz, Marta García de Candeloro, Julio D’Auro, Martín Fresneda y la APDH local, quienes cuentan con el patrocinio del Dr. Cesar Sivo, el letrado en diálogo con 0223.com.ar expresó "El hecho de que una de las causas que se siguen por los delitos cometidos en el marco del terrorismo de Estado llegue a juicio tiene un tremendo significado.

En primer lugar por que muestra que el trabajo que se viene realizando hace años se va cristalizando en procesos que avanzan y por que muestra también que aunque intenten amedrentar, molestar, difamar o entorpecer la tarea somos muchos más los que queremos el juicio y el castigo a los culpables que los que buscan consagrar la impunidad" agregando "esto insufla esperanzas, otorga nuevos bríos y empuja a las instrucciones que lentamente se siguen realizando".

Gregorio Molina desarrolló su actividad como Suboficial Mayor durante la última dictadura militar en la Base Aérea de Mar del Plata, precisamente en el Centro Clandestino de Detención conocido como "La Cueva", varios testigos se presentaron a lo largo de la instrucción y reconocieron fotografías del imputado, como el rostro de quien fuera uno de sus torturadores al que sus compañeros llamaban Charly, durante su trágica estadía en ese CCD.

Algunos de los testimonios expresan que "Charly" era uno de los guardias que entraba junto con la patota a la sala de torturas "…estaba ahí de guardia porque era la única persona que entraba cuando a uno lo llevaban a tortura porque si no nos venían a buscar y nos entregaban al grupo que venía pero esta persona entraba y salía con nosotros". En varios de los testimonios se manifiesta además que Molina continuaba con las torturas al retirarse el grupo de tareas, violaba a las mujeres y realizaba simulacros de fusilamiento con los detenidos.

A Gregorio Molina se le imputa el haber matado, como consecuencia de la aplicación de tormentos, a los Dres. Norberto Oscar Centeno y Jorge Roberto Candeloro, y la participación en la privación ilegítima de la libertad, la aplicación de tormentos y apremios ilegales a Tomás Fresneda (desaparecido), Salvador Arestín (desaparecido), Raúl Hugo Alais (desaparecido), María de las Mercedes Argañaraz de Fresneda (desaparecida, embarazada de 7 meses), Marta García de Candeloro, Eduardo Salerno, Luis Rafaghelli, Martín Garamendi, Luis Serna, Julio D’ Auro, Maria Luisa Bidegain, Margarita Ferre, Maria Eugenia Vallejo, Marita Otero, Jorge Porthe, Martínez Teco, Rubén Starita, Virginia Piantoni, Ángel Cirelli, Alejandro Canaves, José Fardin, Guillermo Gómez, Gustavo Soprano, Eduardo Miranda, Marcelo Garrote, Lucia Martín, Luis Demare, Jorge Toledo, Mercedes Longh, Cristóbal Domínguez, Néstor Fazzio, Alberto Yansen, Ramón Fleitas, Rubén Rodríguez, Carolina Jacue Guitian, Susana Jacue Guitian, Leda Barreiro de Muñoz y Alberto Muñoz.

Al ser consultado el Dr. Sivo sobre cuales son los próximos pasos explicaba "Ahora sigue con el juicio oral, en unos cuatro meses aproximadamente y con presentaciones en Mar del Plata y en las ciudades de la zona por nuevas investigaciones que incluyen más casos y más represores, sean estos militares, de fuerzas de seguridad o civiles, como los integrantes de la CNU-TRIPLE A o miembros de la justicia federal y provincial de aquella época que han tenido responsabilidad en actos de terrorismo de Estado".

Algunas de las victimas mencionadas fueron secuestradas entre el 6 y el 8 de julio de 1977 en lo que se conoce hoy como "La noche de las corbatas", a sólo un mes de conmemorarse el trigésimo aniversario de ese trágico episodio empezará a hacerse la luz sobre una parte de la historia de nuestra ciudad y el país donde el brazo de la justicia antes no había llegado.





Mar del Plata, 19/07/07: Detuvieron a los represores Barda y Arrillaga

Imagen: Represor Pedro Barda

El coronel retirado del ejército Pedro Alberto Barda y comandante a cargo de la subzona XV dentro del sistema represivo del primer cuerpo de esa fuerza, fue detenido este jueves y puesto a disposición del juez subrogante Rodolfo Pradas. En la actualidad Barda estaba cumpliendo arresto domiciliario a disposición del Tribunal Oral número cinco de Buenos Aires, a la espera del juicio oral por varios hechos ocurridos en esta zona. Este viernes sería trasladado a dependencias del Tribunal Federal de Mar del Plata, sito en la calle Bolívar y Viamonte .

El Coronel Pedro Alberto Barda nació en la provincia de Buenos Aires el 5 de Mayo de 1920. Ingresó al Colegio Militar de la Nación en el año 1947 y egresó en 1949. Está retirado desde 1981.

Perteneció al Grupo de Artillería de Defensa Aérea de Mar del Plata, Buenos Aires y fue jefe de la subzona 15 desde febrero de 1976 hasta el 15 de diciembre de 1977, y como tal fue responsable de los campos de concentración ubicados en Mar del Plata, que funcionaban en la base aérea, la base naval, la comisaría 4º, el destacamento Batán y la escuela de suboficiales de infantería de mar. En septiembre de 1983 fue llamado a declarar en el marco de la causa sobre Ana Rosa Frigerio, cuyo cadáver considerado NN, fue descubierto en el cementerio marplatense.

En abril de 1987, en el marco de la causa del primer cuerpo de ejército, la Cámara Federal porteña le impuso la prisión preventiva rigurosa por homicidio reiterado en las personas de Ana Lía Delfina Magliaro, secuestrada en 1976 y asesinada, y del doctor Jorge Candeloro, secuestrado en junio de 1977 y muerto en circunstancias que el propio Barda reconoció ante el tribunal.

En total, fue procesado por diez delitos cometidos como jefe de la subzona 15. No se benefició con la ley de obediencia debida pero la Corte Suprema de Justicia lo desprocesó en fallo de 21 de junio de 1988 por aplicación de la ley de Punto Final. Fue indultado por el Presidente Menem, causa 2.429: "Molina, Rafael Adolfo s/secuestro y privación ilegal de la la libertad" y de la causa "Patricia Emilia Lazzerie s/privación ilegal de la libertad y desaparición"

Ha sido imputado en el juicio en España.

En abril de 2001, el periodista Amílcar González -en 1976 redactor del diario La Capital, jefe de Télam y titular del Sindicato de Prensa marplatense- declaró ante la Cámara Federal, en el marco del Juicio por la Verdad, responsabilizando a Barda, como jefe del Grupo de Artillería 601 en Camet, de las atrocidades que allí se cometían; González recordó que en ese entonces Barda "tenía más poder que Videla" porque habían dispuesto su liberación a partir de reclamos internacionales y él se negó.

El 1º de Noviembre del 2001, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Mar del Plata ordenó el "inmediato arresto" del ex coronel del Ejército Alberto Pedro Barda para que declare en los Juicios por la Verdad que se realizan en esa ciudad. Los jueces Roberto Falcone, Mario Portela y Néstor Parra pretenden que se refiera al parte que firmó el 30 de septiembre de 1977 -dirigido a un juez provincial- en el que daba cuenta de que "mientras se realizaba un operativo contra la banda de delincuentes subversivos, fue abatido el Dr. Roberto Jorge Candeloro".

TAMBIEN ARRILLAGA

En la tarde del Jueves en su departamento de la calle Arcos en el barrio porteño de Belgrano fue detenido el general retirado Alfredo Manuel Arrillaga, sindicado como uno de los más brutales jefes militares de esa época en la ciudad. Arrillaga cumplió tareas en la jefatura del ejército durante los años de plomo y se retiró en 1990. Entre sus "méritos" señalaba haber sido el Jefe a cargo de la represión durante el copamiento de La Tablada en el gobierno de Raúl Alfonsín. El genocida que no estaba cumpliendo prisión domiciliaria como Barda, fue traslado esta noche con destino a Mar del Plata para comparecer en el mismo Juzgado Federal.

La agrupación H.I.J.O.S. Resiste, invitó a toda la comunidad a concurrir a las puertas del Tribunal a la espera de que "estos genocidas para recordarles una vez más que a donde vayan los iremos a buscar y que un pueblo comprometido con la verdad y la justicia, no olvida ni perdona".

Fuente: www.0223.com.ar
Imágen: Represor Pedro Barda



Arrillaga y La Tablada

Apenas amanecía cuando las radios empezaron a transmitir la confusión que se vivía en el Regimiento de Infantería III de La Tablada, el 23 de enero de 1989. En un primer momento, el recuerdo cercano de las rebeliones carapintadas de Semana Santa y Monte Caseros llevó a creer al gobierno alfonsinista que eran otra vez los seguidores de Mohamed Alí Seineldín. La confusión se disipó al mediodía: el copamiento no era militar sino civil. Un grupo de unos cuarenta militantes del Movimiento Todos por la Patria (MTP) era el responsable de la irrupción. El desconcierto precedió a la condena unánime de un ataque que le permitió a las Fuerzas Armadas agitar nuevamente el fantasma del "rebrote subversivo" y llevó a la mayoría de la sociedad a desentenderse del modo en que se reprimió el asalto. La Justicia tampoco se hizo eco y recién en 1997, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dictaminó que hubo ejecuciones y torturas a los detenidos. Se reconocieron 39 muertos, entre ellos 11 militares y 2 policías.

La represión tapada

El general Alfredo Arrillaga fue el encargado de recuperar el cuartel. Hoy en día se sigue ufanando de la efectividad de su estrategia que no ahorró cañonazos y apeló, se sospecha, a armas prohibidas como el fósforo blanco. Durante la dictadura, Arrillaga revistaba en Mar del Plata y fue uno de los señalados como responsables de la "Noche de las Corbatas", el operativo que en la oscuridad asesinó a cinco abogados defensores de presos políticos. Más de tres mil efectivos del Ejército y la policía acudieron a La Tablada para desalojar al reducido grupo de guerrilleros.

Durante el juicio se difundió la grabación de un diálogo entre Arrillaga y el general Francisco Gassino, donde el responsable de la represión dijo: "Tengo catorce paquetes (detenidos) y dos en otra unidad". La abogada defensora de los presos, Marta Fernández, explicó que "hubo trece presos vivos dentro del cuartel. Entonces ¿dónde están los otros tres?

Los cuerpos mutilados, reventados, sangrantes fueron expuestos a la prensa en la mañana del 24 de enero apenas minutos después de que el entonces presidente Raúl Alfonsín recorriera el lugar. Pocos meses más tarde, el jefe de la Policía Federal, Juan Angel Pirker, sentenció: "Yo los sacaba con gases lacrimógenos". Se abrieron causas paralelas por la violación a los derechos humanos pero ninguna avanzó. En diciembre de1997, la CIDH, el organismo de la OEA, encargado de velar por el respeto de los derechos humanos, concluyó que "el Estado argentino es responsable" por las siguientes violaciones:

* El derecho a la vida de Carlos Alberto Burgos, Roberto Sánchez, Iván Ruiz, José Alejandro Díaz, Carlos Samojedny, Francisco Provenzano, Berta Calvo, Ricardo Veiga y Pablo Martín Ramos. Burgos y Sánchez habrían sido ejecutados en la guardia dentro del cuartel, según los testimonios de cuatro soldados (Aibar, Miranda, Medina y Rojas). "Las autoridades no lograron identificar los cadáveres de dichas personas a fin de establecer la causa de la muerte", señala el informe. Ruiz y Díaz también fueron ejecutados después de ser detenidos. En fotos de la revista La Semana, número 1227, y en un video de Canal 13 se los ve cuando se entregaron.

* El derecho a la integridad personal de todos los detenidos. El pronunciamiento alude a "los datos reunidos por Amnistía Internacional que mediante una comparación de los informes médicos de los detenidos, de fechas 24 y 28 de enero de 1989, demuestra que el número de heridas había aumentado en ese lapso, durante el cual habían estado privados de su libertad y bajo el control exclusivo de agentes del Estado argentino". La comisión consideró plenamente probado que Luis Alberto Díaz, Claudio Néstor Rodríguez, Carlos Motto, Claudio Omar Veiga y Sebastián Ramos fueron torturados.

* El derecho a recurrir el fallo condenatorio ante un tribunal superior.

Cuerpos NN

Varios familiares no pudieron reconocer los cuerpos. El juez Gerardo Larrambebere dejó los cadáveres sin nombre en la morgue. En febrero del ‘89, los forenses pidieron autorización para "depostar" los cuerpos –es decir quitarles las partes blandas–, el juez dio el visto bueno. Descuartizados fueron enterrados como NN en el cementerio de la Chacarita. Recién en diciembre de 1997 se autorizó la exhumación. Las pruebas de ADN todavía no concluyeron.

La abogada Marta Fernández, viuda de Carlos Alberto Burgos, explicó que "faltan ocho cuerpos. Cuando sepamos a quiénes pertenecen esos cinco cadáveres –algunos de ellos con huesos que no les corresponden– sabremos quiénes son los tres desaparecidos. Creemos que apelaron a la depostación como un modo de impedir la comprobación de las secuelas del fósforo blanco". Los muertos sin identificar son Iván Ruiz, José Alejandro Díaz, Carlos Burgos, Carlos Samojedny, Roberto Sánchez, Juan Manuel Murúa, Roberto Vital Gaguine y José Mendoza.

Fuente: Pagina/12, 23/01/99
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A 30 años de la Noche de las corbatas, un sobreviviente recuerda el horror

En julio de 1977 fueron secuestradas once personas en Mar del Plata, seis de ellas abogados. Cinco laboralistas fueron asesinados. Carlos Bozzi relató su calvario a Télam y señaló que fue "la última operación de represión masiva que vivió esta ciudad a 16 meses de instaurada la dictadura militar"

Por José Luis Ponsico

Entre la tarde del 6 de julio de 1977 y la madrugada del 13 fueron secuestradas once personas en Mar del Plata, seis de ellas abogados. Hoy, se recuerdan 30 años de la tragedia.

Aquella orgía de sangre quedó grabada en la memoria colectiva como "La noche de las corbatas", enlutando a la familia judicial marplatense. Uno de los sobrevivientes, Carlos Bozzi, relató su calvario a Télam treinta años después

Cinco laboralistas fueron asesinados. El Colegio de Abogados marplatense recordó las trágicas muertes de Norberto Centeno, Jorge Candeloro, Salvador Manuel Arestín, Raúl Hugo Alaiz y Tomás Fresneda.

Los secuestros conmovieron a toda la ciudad. Centeno, tenía 57 años. Su antiguo socio en el estudio jurídico, Jorge Candeloro, tenía veinte años menos. El resto, no llegaba a 28 años de edad de promedio.

"Creo que fue la última operación de represión masiva que vivió Mar del Plata a 16 meses de instaurada la dictadura militar", evocó Bozzi, especialista en Derecho Laboral, de 55 años, que regresó del exilio hace un tiempo.

Bozzi, que había sido titular del Centro de Estudiantes de Derecho de la Universidad Católica local, en 1973, militaba en la Juventud Peronista. Tenía 21 años. Cuatro años más tarde, graduado en Derecho, fue secuestrado.

"Era un grupo fuertemente armado de la Policía bonaerense en tiempos del temido general Ramón Camps, se supo después. También participó un grupo de Inteligencia de la Fuerza Aérea. Por eso nos llevaron a la Base Aérea, en Camet", reseñó Bozzi.

El contexto político local del régimen militar era otro: en una primera etapa el Ejército tenía el control absoluto de todos los operativos, pero al cabo de un tiempo, otras fuerzas de seguridad intervinieron en Mar del Plata.

Para Bozzi "la CNU (Concentración Nacional Universitaria) que remitía como aparato de Inteligencia del GADA 601 ya no actuaba exclusivamente. Eran fuerzas combinadas y cada una funcionaba por su cuenta", puntualizó.

"El doctor (Norberto) Centeno era uno de los laboralistas más prestigioso de la ciudad y artífice de la Ley de Contrato de Trabajo 20.744 promulgada por el gobierno de (Juan) Perón, en 1974. Centeno era peronista ortodoxo", reseñó.

"La teoría que actuaban grupos de tareas entre las distintas fuerzas armadas fue avalada por otros testimonios, cuando debí declarar en el Juicio por la Verdad el 16 de mayo 2005", refirió.

"Paralelamente, luego se supo un grupo paramiilitar fue a buscar a Jorge Candeloro, ex socio de Centeno, otro abogado laboralista de prestigio. A Jorge (por Candeloro) se la tenían jurada por su militancia de izquierda", agregó Bozzi que vivió exiliado en la provincia de Corrientes más de una década.

"La investigación posterior la inició Marta, esposa de Candeloro, cuando confirmó que el 13 de junio lo fueron a buscar a Neuquén donde residía y allí se disparó el operativo de represión contra los abogados y ex estudiantes universitarios que habían tenido militancia política unos años antes", describió

"Había profundas contradicciones en los objetivos ideológicos", analizó el abogado sobreviviente. "Centeno había sido un militante de la resistencia peronista y muy reconocido en el ambiente político local. A fines de los '50 había estado preso por peronista", subrayó.

"Los otros colegas habían tenido militancia de izquierda a principios de los '70. Vivían de su profesión, siendo abogados que actuaban a diario en los Tribunales de Mar del Plata, a un año y medio de instalado el gobierno militar", añadió.

"Otros sobrevivientes de aquella razia que terminó en una matanza fueron José Verde y su esposa, sumado al colega Camilo Ricci. Yo estuve encapuchado con (Tomás) Fresneda en la Base Aérea, a cargo del comodoro Ernesto Agustoni", siguió narrando.

"Es posible que hayan torturado al doctor Centeno, cercano a los 60 años de edad y cuyo asesinato no estuviera previsto" dudó. "Yo aparecí en el baúl de un auto cuando me trasladaban y distintas fuerzas de seguridad terminaron en un tiroteo. Entre ellos y cerca del paraje de Santa Clara del Mar. En los diarios de la época la información daba cuenta de un enfrentamiento con subversivos, algo imposible a esa altura", concluyó. (Télam)

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Base Naval Mar del Plata. Las personas secuestradas eran alojadas en su mayoría en el edificio de la Agrupación Buzos Tácticos en las dependencias correspondientes a la actual Armería, Adiestramiento y otras oficinas de uso no determinado.
El edificio de la Agrupación es de planta baja y primer piso, ubicado casi sobre la playa.

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La larga noche de las corbatas

Por Carlos Aurelio Bozzi
Abogado
Sobreviviente de La Noche de las corbatas
Columnista de El Ortiba

Entre la tarde del seis y la madrugada del trece de julio de 1977 fueron secuestradas en Mar del Plata once personas, entre ellas varios abogados.
La lista incluye a los letrados Norberto Centeno, Salvador Manuel Arestín, Raúl Hugo Alaiz, Camilo Ricci, Carlos A. Bozzi y Tomás J. Fresneda. Las otras cinco personas fueron José Verde y su esposa, María de las Mercedes Argañaraz de Fresneda –embarazada de 4 meses- Maria Esther Vázquez de García y su esposo Néstor Enrique García Mantica.

De todos ellos, solo José Verde y su esposa, el Dr.Camilo Ricci y el Dr. Carlos A. Bozzi sobrevivieron a aquellos trágicos días.

La simultaneidad del secuestro de seis abogados en solo dos días, y el alojamiento de los mismos en las instalaciones del viejo radar situado en la Base Aérea cercana a la ciudad de Mar del Plata, bautizó a esa noche como LA NOCHE DE LAS CORBATAS.

Gracias al testimonio de Martha García de Candeloro prisionera en esa "cueva" se pudo conocer hace muchos años como fueron llegando, traídos por la fuerza, el grupo de abogados. La testigo, esposa de otro abogado asesinado por esos mismo captores días antes y que fuera secuestrado en Neuquén el 13 junio de 1977, detalló minuciosamente esos momentos al declarar en en el Juicio por la Verdad que se tramita en la mencionada ciudad.

Como único sobreviviente de ese conjunto de abogados declaré el 16 de mayo pasado (2005) ante el Tribunal Oral Federal de Mar del Plata después de casi 28 años de aquellos hechos.

Hoy solo puedo mostrar pedazos de esta cruel historia apelando a la memoria como a un arma de larga duración. Siempre que estamos antes hechos tan atroces, debemos pensar que el mejor medio es informar lo ocurrido en toda su dimensión, ajustando lo vivido a la realidad de ese momento y alejando toda tentación de acomodar las cosas al presente. La manipulación de un testimonio es pos de una condena es siniestra, desnaturaliza y bastardea las cosas, terminando por ser un impedimento en esta lucha por la verdad y la justicia.



"Desde ya partimos de un cierta ignorancia. Ignoramos la causa particular y la causa general de nuestra sobrevida, aunque sabemos que fue una entera decisión de los represores" ("Un debate que abre puertas" –Declaración de la Asociación de Ex-detenidos desaparecidos). Y desde este punto de inicio es que debemos contar y testimoniar para "mantener la memoria y construir la justicia". (Id.)

En 1977 el monopolio de la represión en la ciudad estaba a cargo del jefe de la Agrupación de Artillería de Defensa Aérea 601, coronel Alberto Pedro Barda, quien había asumido el control de la unidad en febrero del año anterior. En el escalafón inferior, como su jefe operativo, se ubicaba Alfredo Manuel Arrillaga, también con el mismo grado de coronel.

Coincidentemente el Jefe de la Base Aérea Mar del Plata era el Comodoro Ernesto Alejandro Agustoni, única persona que declaró en el Juicio a las Juntas en 1985 y por el cual pudo saberse que a pedido del Cnel. Barda la Aeronáutica cedió al Ejército el uso del viejo radar "para descanso y escala de las patrullas de esa fuerza." De esta manera no tendrían que regresar al GADA 601 que distaba unos 15 kilometros del lugar… El requerimiento fue verbal, aunque informado a la superioridad… Ningún miembro de la Fuerza Area prestó funciones en el radar... no le consta que dentro de la base hubiese personas detenidas.

El préstamo concluyó el 3 de octubre de 1977 cuando el Comodoro pasó a retiro, fecha esa también en la que el Coronel Aldo Carlos Máspero reemplaza a Barda. (Datos extraídos del "Diario del Juicio", Editorial Perfil, fascículo N° 9 -23-07-85, fascículo N° 19, página 9, 1-10-85, fascículo N° 33, página 24, 07-01-86, "Informe Sobre Desaparecedores" de Federico Mittelbach, página 62 y libro "Nunca Más).

Ya desde mucho antes del golpe del 24 de marzo de 1976 una persecución indiscriminada se centró al ámbito de la Universidad Católica, sufriendo autoridades y alumnos secuestros e intimidaciones. Basta recordar el caso de la decana de la facultad de Humanidades, María del Carmen Maggi, en 1975, o el secuestro de María Dolores Muñiz Etchemoun, estudiante de derecho, producido el 17 de marzo de 1976 y de la que no se tienen noticias de su paso por ningún centro clandestino de detención, estableciéndose con ello un modus operandi que duró hasta casi fines de 1978.

Una simple reseña numérica demostraría que entre 1976 y fines de 1977 en la ciudad de Mar del Plata, el índice de secuestros que afectaron a estudiantes de derecho y a abogados, recibidos o relacionados con esa casa de estudios, fue llamativamente elevado.

Alguna explicación tiene eso. No se debe olvidar que desde diciembre de 1971, fecha del asesinato de la estudiante Silvia Filler, la conformación de poder en la Universidad Católica varió fundamentalmente y en especial en la Facultad de Derecho, ámbito este del cual fueron desplazados los sectores estudiantiles de la Concentración Nacional Universitaria. (Período 1972-1975).

Tampoco debe dejarse de mencionar que hasta esa fecha la única agrupación que se reivindicaba como peronista y combativa era la CNU, agrupación ampliamente desplazada por la flamante incursión de la Tendencia en la Universidad a través de la JUP. (Ver reportaje a la CNU en revista Dimensión Universitaria, publicación del centro de estudiantes de derecho, septiembre 1971, páginas 10, 11 y 12 ).

La puja entre ambas posiciones políticas, reflejo también de la conmoción político-ideológica que se vivía en ese entonces en el país, se trasladó activa y desgarradoramente a Mar del Plata. Sólo la investigación histórica terminará por develar si es que integrantes de la agrupación mencionada participaron en los hechos que hoy se están investigando a través del Tribunal Oral Federal y la Justicia, de ser así, determinará su responsabilidad.

Estos como otros más que deben obviarse en mérito a la brevedad, son datos de la realidad que no deben dejarse de mencionar cuando se trata de desmenuzar el por qué de una acción tan drástica y desvastadora como la ocurrida en la llamada Noche de las Corbatas, en la que fueran afectados tantos profesionales del derecho sin ninguna vinculación entre si. Y más aún, hasta se pondría llegar a pensar en una acción alejada del combate que en el contexto general empeñaba a las Fuerzas Armadas contra las que denominaba "bandas de terroristas".

En este contexto es que fuimos secuestrados de nuestro estudio la tarde noche del 8 de julio de 1977 el Dr. Tómas Fresneda y yo por un grupo armado de personas. Posteriormente, en instantes, sumarían también a la esposa de Fresneda como cautiva.

Pero solo hace unos pocos meses, el invalorable aporte de un amigo contribuyó a reunir los datos necesarios permitiendo descifrar así los íntimos detalles de aquellos trágicos sucesos acaecidos entre ese dìa y el 19 de julio del mismo año.

Tras casi 28 años se hacia dificultoso rebatir la primera plana del diario La Capital que aquel 21 de julio anunciaba con grandes letras: "CONFIRMÓ EL EJERCITO LA LIBERACION DEL DR. BOZZI Y LA MUERTE DE 3 SEDICIOSOS".

Ese 8 de julio, ya atados y encapuchados, se nos gritó al Dr. Fresneda a mí: "PORTENSE BIEN, HOY NO QUEREMOS MATAR MAS A NADIE". Debe recordarse: se encuentra probado ante el citado Tribunal, que dicho día fue asesinado en ese lugar el Dr. Norberto Centeno.

En las primeras 48 horas fuimos "visitados" por extrañas personas -con permiso de la guardia- a quienes se nos concedió explicar nuestro estado. La intención de la visita era transmitir serenidad y tranquilidad por el resultado final de nuestra situación. A pesar de la capucha igual observé dos pares de zapatos.

Tomas Fresneda intuyó conocerlos, pero la intervención del custodio al escuchar nuestra conversación impidió otra información y no pudo decirme quienes eran.

Estas pruebas arrojan indudable responsabilidad en quién tenía el control del Radar y permiten también visualizar en el ámbito jurídico la introducción de un elemento "no-militar" en función de co-protagonista participante del hecho. No toda persona estaba en condiciones de "obtener permiso de entrevistar" a dos secuestrados en manos de una unidad represiva.

Después de esos momentos, nunca más volví a ver a Tomás y a su esposa. Fui recluido lejos del núcleo donde los alojaron, en otra pieza, solo.

Una conversación entre dos guardias refirió a una mujer "traída ayer", lo que me permitió descubrir -muchos años después- que ese "ayer" es el 13 de julio de 1977, fecha del secuestro de María Esther VAZQUEZ de GARCIA y Néstor Enrique GARCIA MANTICA, de cuya desaparición aún no se había reparado y que hasta figuran en esa condición en un archivo secreto de la embajada de EEUU en nuestro país.

Pero el final de la operación se da cuando me comunican que voy a ser liberado en la ciudad de La Plata. Vendado y atadas las manos me introducen en el baúl de un automóvil, el cual es interceptado -tomé conocimiento después- por una patrulla militar en el camino que une el acceso a la Ruta 2 con la localidad de Santa Clara.

El auto frena bruscamente, escucho al conductor exclamar: "¿La p… que m…. es esto", se abren las puertas, hay tiros, corridas y muchos silencios.

En determinado momento percibo movimientos cercanos a la rueda trasera izquierda, cuatro disparos, un golpe de algo que cae en el asiento trasero y tres quejidos. Soldados me sacan del baúl y ya sin vendas en los ojos, un oficial, Itaka en mano, me comunica que en el coche hay "dos muertos".

La claridad de la noche y las lejanas luces de la ruta 2 me permitieron observar el automóvil –un Ford Falcon-con el parabrisas y la luneta destrozadas por los balazos, las cuatro puertas abiertas, soldados yendo y viniendo y un ánimo de confusión y desconcierto en los protagonistas.

Gracias al Lic. Alejandro Inchaurregui, designado perito forense por la Cámara Federal de La Plata en varias causas de búsqueda de personas, se pudo establecer que "los dos muertos" eran estudiantes universitarios secuestrados el 28 de junio de 1977 en la ciudad de La Plata y trasladados desde el Centro Clandestino "La Cacha" para ser eliminados en ese fatídico camino. Otros sobrevivientes los vieron allí, días antes, a kilómetros de Mar del Plata, encapuchados y maniatados.

Sus testimonios están registrados en la justicia platense y han sido publicados en varios sitios de Internet. Los nombres, apellidos y demás circunstancias de los jóvenes asesinados obran ya también en manos de la Justicia.

El enfrentamiento había sido fraguado. El diario La Capital –conviene leer atentamente- decía en esa fecha y en su portada: " Armas secuestradas: Los tripulantes del Ford Falcon tenían en su poder dos revólveres calibre 32, una pistola 22 y un fusil, así como numerosos proyectiles... Habría confesado uno de los abatidos. En el comienzo de la crónica se informa que uno de los delincuentes que viajaban en el Ford Falcon, al iniciarse el tiroteo, inició la huída hacia el campo. En esa oportunidad, mientras protegía su fuga a balazos, cayó herido. Al parecer, el oficial a cargo del operativo le habría tomado declaración. En esa oportunidad se habría confesado jefe del grupo actuante, señalando que pertenecía a la denominada organización Montoneros. También habría dado a conocer trascendente información que permitiría en las próximas horas nuevos procedimientos".

Viendo la cobertura del diario, la "operación liberación" fue una noticia impactante y auspiciosa, por lo que el cronista continua relatando.. "Optimismo en el Gada: Las declaraciones formuladas por el extremista herido y que en pocos minutos dejó de existir, harían renacer el optimismo en el Comando de la Subzona 15 en cuanto a la prosecución de las operaciones emprendidas a partir de la desaparición de varias personas secuestradas en nuestra ciudad... se confiaría en tener a los restantes integrantes del grupo en las próximas horas".

Lo cierto es que en una misma acción las fuerzas represivas sumaron: una liberación, le atribuyeron mi secuestro a Montoneros, mataron secuestrados, recuperaron el automóvil del Dr. Centeno reforzando la teoría de que también había sido muerto por dicha organización y se vendió la operación como un éxito de las fuerzas legales. Esto que ahora puede parecernos hasta absurdo, a la moral del ciudadano común que necesita ratificar o que le ratifiquen quiénes son los malos y quiénes son los buenos, en momentos y en contextos de mucha confusión, funciona.

Se dice que los archivos del Diario La Capital de Mar del Plata correspondientes a esa fecha se han perdido por inundaciones o incendios. Por suerte conservé un ejemplar con la edición de ese día. Archivos despiadados, memoria desgarradora. La historia es así, uno nunca sabe. El crimen nunca queda impune.

Las victimas en este caso, son los testigos vivientes de este fraude. Su testimonio no podrá nunca ser

desvirtuado. No habrá posibilidad de preguntas o repreguntas. Su propia vida ha quedado en esa ruta como hito de verdad imposible de ser refutada por argumento alguno.

Alguien escribió que esto es la gran victoria de las victimas, quienes han llevado el protagonismo de los acontecimientos y han empujando hasta conseguir que la memoria oculta sea aireada y salga a pasear por el mundo.

Entre tanto Salvador Manuel Arestìn, Raúl Hugo Alaiz y Tomás José Fresneda, abogados, continuan desaparecidos. Su esposa, Maria de las Mercedes Argañaraz, embarazada, también. Igual suerte corrió el matrimonio García.

En medio de este paisaje compuesto por todas y cada uno de estas verdades, el más pequeño, el más insignificante de los hechos, se constituye en algo revelador, en un eco sonoro de la verdad que exige ser escuchada y que nunca podrá ser desvirtuada.

La larga noche de las corbatas aún no ha concluido. La Justicia tiene la palabra. Estos muertos han hablado.

Carlos A. Bozzi
Abogado
Sobreviviente de la Noche de las corbatas
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Norberto Oscar Centeno

Desaparecido el 6 de julio de 1977, "La Noche de las Corbatas"

Norberto Oscar Centeno era un reconocido abogado laborista y especialista en Derecho del Trabajo. Había escrito dos libros en la materia y numeroso material en revistas especializadas. Era demás el autor de la "Ley de Contrato de Trabajo" y la "Ley de Asociaciones Profesionales", las cuales habían sido suspendidas por la dictadura. Se desempeñaba como abogado del Sindicato de Choferes, Unión Gastronómica, Unión Obrera Metalúrgica y Asociación Obrera Textil, así como asesor de la C.G.T. regional Mar del Plata y Capital Federal.

La noche del 6 de julio de 1977, Norberto y su amigo Ernesto Tomaghelli se dirigieron del café situado en La Rioja entre Luro y San Martín al estudio de Norberto que quedaba en La Rioja y 8 de Julio. Escucharon pasos detrás de ellos y una voz que les decía: "Alto, ejército argentino!". Los golpearon y se llevaron a Norberto con los pies a la rastra. Su secuestro fue parte de la famosa "Noche de las Corbatas", durante la cual varios abogados fueron secuestrados en Mar del Plata. Al día siguiente también detuvieron al ex-socio de Norberto, Jorge Candeloro, en Neuquén, donde residía desde 1973.

Norberto fue llevado a centro clandestino de detención ubicado en la Base Aérea de Mar del Plata. Allí fue brutalmente torturado, los detenidos escucharon a los torturadores gritar ."¡Denle al viejo!, ¡denle al viejo!" mientras lo torturaban. Una sobreviviente que le humedeció los labios y trató de animarlo, dijo que estaba confundido y prácticamente agonizando. Falleció durante una sesión de tortura. Su cuerpo apareció el 11 de julio en el camino viejo a Miramar, mostraba muestras de golpes a diversas partes del cuerpo. Se dejó constancia en el certificado de defunción que su muerte databa del día 9 de julio, y se dio como causa del deceso "shock traumático hemorrágico".

La Federación Argentina de Colegios de Abogados (FACA) ha instaurado el 6 de julio como el Día Nacional del Abogado víctima del terrorismo de Estado.

Fuente: www.desaparecidos.org









EMPEZO EL PROCESO A CATORCE REPRESORES QUE ACTUARON EN MAR DEL PLATA

Un juicio que comenzó a paso lento

Con dos horas de demora, dos cuartos intermedios y un cierre tempranero porque los represores se dormían, comenzó ayer en Mar del Plata el mayor proceso por delitos de lesa humanidad en la historia de la ciudad. La audiencia se limitó a la lectura de la elevación, en la que se detallaron los padecimientos de las 69 víctimas, incluidos cuarenta desaparecidos, por los que se juzga a catorce imputados que actuaron en la base naval, la Escuela de Suboficiales de Infantería de marina y la delegación Prefectura de Mar del Plata. El juicio continuará hoy, en teoría desde las 10. El tribunal que juzga los crímenes de la Armada en Mar del Plata lo integran Alejandro Smoris, Nélson Jarazo y Jorge Micheli. Los dos primeros son quienes a cinco días de la derrota del kirchnerismo en las elecciones de 2009 absolvieron al coronel Alejandro Duret por el homicidio de Carlos Labolita, fallo que en estos días revisa la Cámara de Casación Penal. La audiencia arrancó al mediodía porque los penitenciarios que trasladaron a los represores radicados en Buenos Aires se olvidaron de buscar en sus casas a los tres imputados que viven en Mar del Plata. A diferencia de los tribunales que se aseguran la presencia de los represores antes del proceso, el marplatense los trasladó sobre la hora. “Mañana (por hoy), 9.15 los quiero acá”, retó Jarazo a los penitenciarios. los acusados bajaron del celular sin esposas. “¿Cuánto les pagan por estar acá?”, provocó a los familiares de las víctimas el marino Aldo Máspero. Luego advirtió a sus camaradas sobre la presencia del fotógrafo Marcelo Núñez, de HIJOS Mar del Plata, quien ya inmortalizó con su cámara a cientos de represores en todo el país. A la audiencia asistieron veinte personas, incluidas tres Abuelas de Plaza de Mayo y ocho familiares de militares, informó Núñez a Página/12. A las 13.30, el tribunal dispuso un cuarto intermedio para el almuerzo, que se prolongó hasta las 15.20. A las 17 informaron de un receso de media hora y dos horas después un cuarto intermedio hasta hoy. Al ritmo actual, con dos audiencias por semana, la lectura demorará al menos tres semanas, calculó Núñez.

El juicio por la Base Naval tiene dos imputados en común con el del centro clandestino La Cueva: Máspero y el general Manuel Arrillaga, el fusilador del MTP en La Tablada. El tercer militar, coronel Alberto Barda, murió el 12 de agosto. Comparten banquillo con los marinos Justo Ignacio Ortiz, Roberto Pertusio (ambos con una condena en el haber), Rafael Guiñazú, Julio César Falcke (el único preso, en la Alcaidía 44), Narciso Angel Racedo, Mario José Fórbice, Juan José Lombardo, Raúl Alberto Marino y José Omar Lodigiani, los prefectos Ariel Macedonio Silva y Juan Eduardo Mosqueda (que aprovechó el juicio para presentar en sociedad a su esposa), y el abogado Juan Carlos Guyot, el único civil, que está excarcelado y se paseó con impunidad entre las víctimas.

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EN MAR DEL PLATA EMPIEZA UN NUEVO JUICIO POR LA REPRESION ILEGAL

Los engranajes de la Marina

El juicio Base Naval II por el funcionamiento de un centro clandestino en esa sede de la Marina en Mar del Plata permitirá reconstruir el circuito de traslado de secuestrados a la ESMA. Se juzgará a catorce represores por sesenta y nueve casos.

Por Alejandra Dandan

En los próximos días empiezan otros tres juicios orales por crímenes de lesa humanidad. Por primera vez se desarrollarán juicios en San Juan y Paraná por dos casos de robo de bebés. Y en Mar del Plata empezará el juicio Base Naval II, el tramo más importante de las causas a la Marina considerado histórico porque mostrará el circuito represivo de una fuerza a la que, aún hoy, a los fiscales les cuesta acceder. A diferencia del Ejército, la Marina funcionó en condiciones de mayor clandestinidad, dejó menos sobrevivientes y por los tabicamientos más duros quedaron menos datos sobre condiciones y lugares de represión. Pero además, la estructura demoró y receló la entrega de documentos y de información aún en el presente. El juicio avanza además con un modo de acusación por homicidios más amplio que en otros lugares.

En Mar del Plata se juzgará a 14 represores por 69 víctimas que pasaron por los centros clandestinos en la Base Naval, la Escuela de Suboficiales de Infantería de Marina y la sede de la Prefectura. El debate empezará pasado mañana y se hará en paralelo con el que avanza en esa ciudad contra el Ejército por las víctimas de La Cueva, la Comisaría 4 y el circuito policial de Necochea. Lo que empieza es la segunda parte de Base Naval I, técnicamente el primer juicio a la Marina, pero escaso porque los jueces del Tribunal Oral Nelson Jarazo, Alejandro Esmoris y Jorge Michelli no aceptaron unificar las causas y sólo juzgaron y condenaron a tres represores, el general de brigada Alfredo Manuel Arrillaga, el capitán de navío Justo Ignacio Ortiz y el contralmirante Roberto Luis Pertusio, por secuestros, torturas, robo y homicidios. Ahora entrará la mayor parte de los marinos de los que existen datos, jefes y subjefes de la base naval entre 1976 y 1978; el director de la Escuela de Suboficiales de la Marina, jefes de la Agrupación Buzos Tácticos y jefes y subjefes de la Prefectura. La mayoría tuvo a cargo las Fuerzas de Tareas de las que dependían a su vez los Grupos Tarea, cuyos integrantes en cambio aún no están identificados y se investigan en instrucción. Entre los imputados, hay dos prefectos, Ariel Macedonio Silva y Juan Ignacio Mosqueda; el jefe de la Agrupación de Buzos Tácticos y jefe de la base que es el único marino de Mar del Plata Rafael Guiñazú; un civil, el abogado auditor que trabajó para las Fuerzas Armadas Juan Carlos Guyot, que estuvo a cargo del blanqueo de detenidos. Dos integrantes de la patota, Julio César Fulgencio Falcke y Narciso Angel Racedo. También los jefes y subjefes Alfredo Arrillaga, Mario José Forice, José Omar Lodigiani, Juan José Lombardo, Raúl Alberto Marino, Aldo Carlos Máspero, Justo Alberto Ortiz, Roberto Pertusio. Arrillaga y Máspero son del Ejército. Arrillaga fue condenado en Base Naval 1 y Máspero fue el jefe de la Subzona después del coronel Pedro Alberto Barda, quien falleció la semana pasada.

María Eugenia Montero es la fiscal que llevará adelante el juicio con Guillermo Friele, ex fiscal del juicio por Orletti. Ella explica los problemas de la investigación y las razones por las que aún no están claros los nombres de todos los integrantes de las patotas: “Para investigar a la Marina tuvimos muchas dificultades porque el circuito era más clandestino que, por ejemplo, el del Ejército”, dice. “Hubo menos personas que sobrevivieron y entonces vieron muchas menos cosas, y reconstruir las historias fue mucho más complejo. El Ejército fue de algún modo más flexible en las condiciones de clandestinidad, tenía cabezas más visibles, los nombres aparecían en todos los diarios, eran más burócratas y fue más fácil investigarlos. La Marina, en cambio, costó mucho por la entidad y el grado de superioridad que suponen que tienen respecto de las otras fuerzas y eso hizo difícil el acceso a la información de registros, legajos personales; fue muy difícil que nos mandaran datos, costó mucho lograr que ubicaran nombres en el organigrama.”

Los acusados serán juzgados por privación ilegal de la libertad, tormentos, pero además los jefes y subjefes llegan acusados como partícipes de homicidio agravado gracias a un criterio de la Cámara de Apelaciones de Mar del Plata, más amplio que en otros lugares. La Cámara resolvió hace varios años aceptar como prueba de homicidio no sólo los casos de desaparecidos en los que se recuperaron los cuerpos, sino datos que dan cuenta de que “existe la certeza necesaria”. La suma de pruebas indiciarias permiten así probar el homicidio cuando el cuerpo no está: los indicios son los más de treinta años transcurridos desde la desaparición; las presentaciones de hábeas corpus de los familiares con respuestas negativas; la reparación del Estado y testigos que vieron a las víctimas en un centro clandestino. Esa interpretación permite suponer que los marinos pueden terminar condenados a prisión perpetua, una pena que de otro modo en general no se alcanza.

otra de las características del juicio es la intervención de las Abuelas de Plaza de Mayo como querellantes junto con las secretarías de Derechos Humanos de Nación y de Provincia y la APDH representada por César Sivo. Las Abuelas intervienen pese a que no hay casos de apropiación porque muchas de las víctimas eran mujeres embarazadas, varias de las cuales terminaron trasladadas a la maternidad clandestina de la ESMA para dar a luz y luego volvieron a Mar del Plata. Ese es el caso de Liliana Pereyra y de Laura Adhelma Godoy. También Delia Garabuzo, aunque aún no está claro si estuvo en la ESMA, y también de Susana Pegoraro, que estuvo en ESMA pero no se sabe aún si volvió a Mar del Plata. “La reconstrucción indica que fueron vistas por otras víctimas en la ESMA y en muchos casos por otros detenidos de nuevo en la Base Naval o sus restos aparecieron en una zona de acá, como sucedió con Liliana Pereyra, cuyos restos se hallaron en Chapadmalal”, dice Montenegro.




En los tribunales de Mar del Plata, comenzó el juicio contra el represor Gregorio Rafael Molina, acusado de violaciones, torturas y tormentos durante la dictadura, en un centro clandestino conocido como "La cueva". Emitido por Visión Siete, noticiero de la TV Pública argentina, el viernes 7 de mayo de 2010.

En el marco del inicio del juicio oral y público por los crímenes cometidos en el lugar SE SEÑALIZÓ LA COMISARÍA CUARTA DE MAR DEL PLATA, DONDE FUNCIONÓ UN CENTRO CLANDESTINO DE DETENCIÓN
Judith Said en el acto de inauguración de la señalización. A la derecha, una reproducción de la placa colocada en la fachada de la comisaría
El pasado 21 de junio se inauguró la placa de señalización del ex centro clandestino de detención (CCD) que funcionó en la Comisaría 4ª de Mar del Plata, entre 1975 y finales de 1978, durante el terrorismo de Estado.
El acto se realizó en el marco del inicio del juicio oral y público por los crímenes cometidos en ese centro de detención y en los de “La Cueva” (Base Aérea Militar), la Comisaría 1ª. de Mar del Plata y la Subcomisaría Villa Díaz Vélez de Necochea en perjuicio de 85 víctimas, con 17 represores imputados.
El cartel de 1 x 1,20 metros se instaló en la fachada de la comisaría ubicada en la esquina de Chile y Alberti e incluye la representación de los pilares de Memoria, Verdad y Justicia presentes en todas las señalizaciones nacionales y un detalle de las características que tuvo esa dependencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires durante el sistema represivo ilegal.
La marcación fue impulsada por la Red Federal de Sitios de Memoria -ámbito interjurisdiccional que articula a nivel nacional las políticas públicas provinciales y municipales de memoria e investigación, con la coordinación del Archivo Nacional de la Memoria-, conjuntamente con el Ministerio de Justicia y Seguridad y la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, y el Municipio de General Pueyrredon.
El acto contó con la presencia de la diputada nacional Adela Segarra; la coordinadora Ejecutiva de la Red Federal de Sitios de Memoria y el Archivo Nacional de la Memoria, Judith Said; el secretario de Gobierno de la Municipalidad de Gral. Pueyrredon, Ariel Ciano; el coordinador del Programa de Sitios de Memoria de la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, Gabriel Boz; Emilce Moler, por la Comisión Provincial por la Memoria de Buenos Aires; y los concejales Verónica Beresiarte y Leandro Laserna.
En el inicio, la sobreviviente Marta García de Candelero recordó los nombres de todos los detenidos-desaparecidos del campo de detención ilegal y expresó la mezcla de emociones que le embargaba. Por un lado, el dolor de recordar los hechos que vivió hace más de treinta años cuando fue detenida, primero en “La Cueva” y luego en la Comisaría 4ª. Y por otro, la gran expectativa por el juzgamiento de los crímenes en procesos como el iniciado esa misma mañana.
A continuación Aníbal del Prado, de Necochea y también sobreviviente de la Comisaría 4ª, dijo que sentía que hablaba por todos los que estuvieron allí detenidos: “es increíble estar viviendo este momento a la luz de lo que le ocurrió aquí hace 35 años”. Expresó que el objetivo de los represores era quebrar la voluntad de los perseguidos, pero que no lo lograron, ya que sus ideales, convicciones y sueños eran los mismos que tenía antes de ser detenido.
Finalmente Judith Said, coordinadora del Archivo Nacional de la Memoria, destacó el inicio de un nuevo juicio oral y público contra los responsables de crímenes de lesa humanidad y saludó a los compañeros que están brindando su testimonio.
Con relación a las placas que identifican los ex CCD, expresó que “muestran al vecindario, a los efectivos de la policía que allí trabajan y a la comunidad toda, qué fue lo que ocurrió en este lugar, acompañando al esclarecimiento de los hechos que se realiza en los juicios. Los hechos que ocurrieron durante la dictadura están irrebatiblemente corroborados por la permanente lucha de las víctimas y sus familiares en la persecución de la verdad y por la justicia buscando las condenas a los responsables. Estas señalizaciones ponen en evidencia las profundas marcas de lo sufrido por la ciudadanía en cada localidad durante la dictadura (y aún antes, como en este caso) y responden a la necesidad de saber qué ocurrió para que las nuevas promociones de las fuerzas armadas y de seguridad sepan que deben estar siempre del lado del pueblo”.
Para concluir, Said destacó la importancia de la articulación de las políticas públicas de Memoria, Verdad y Justicia que impulsa el Estado Nacional conjuntamente con las de los gobiernos provinciales y municipales, en el marco de la Red Federal de Sitios de Memoria.
Junto con familiares de las víctimas y sobrevivientes del ex campo de detención, participaron del acto Madres y Abuelas de Plaza de Mayo de Mar del Plata, H.I.J.O.S. Mar del Plata, H.I.J.O.S. Resiste, Familiares de Detenidos Desparecidos y Víctimas del Terrorismo de Estado del Centro y Sur de la Provincia de Buenos Aires, APDH Mar del Plata, Comisión Permanente por la Memoria, la Verdad y la Justicia del Honorable Concejo Deliberante de Gral. Pueyrredon, Comisión de Apoyo a los Juicios por Delitos de Lesa Humanidad, Comisión por la Memoria Militante de Necochea, Comisión de Homenaje de Familiares y Amigos de Víctimas del Terrorismo de Estado de Las Flores, Comisión por la Memoria del Partido de la Costa, CTA, SUTEBA de Tandil, Mar del Plata y el Partido de la Costa, ADUM, JP Descamisados y Nuevo Encuentro, entre otros.
Texto completo de la placa
AQUÍ FUNCIONÓ EL CENTRO CLANDESTINO DE DETENCIÓN COMISARÍA 4ª DE MAR DEL PLATA
En esta comisaría de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, funcionó un centro clandestino de detención entre 1975 y finales de 1978, durante el terrorismo de Estado.
Según testimonios de sobrevivientes presentados ante la Justicia y el Archivo Nacional de la Memoria, aquí se detuvo ilegalmente a cientos de personas, incluso antes de la última dictadura cívico-militar.
Los operativos de secuestro estaban a cargo de grupos de tareas integrados por miembros de las fuerzas armadas y de seguridad, además de civiles pertenecientes a las organizaciones paraestatales Concentración Nacional Universitaria (CNU) y Comando de Organización (CDO).
Las víctimas coinciden en señalar la activa colaboración con la represión ilegal que prestaron miembros del Poder Judicial, que frecuentaban este centro de detención clandestino.
También revelaron la vinculación de la Comisaría 4ª con el campo de exterminio conocido como “La Cueva” (Base Aérea de Mar del Plata), en el marco del circuito represivo dependiente del Grupo de Artillería de Defensa Aérea (GADA) 601, Primer Cuerpo de Ejército, desde donde se comandó el accionar represivo en los partidos de Gral. Pueyrredón, Necochea, Gral. Alvarado, Lobería, San Cayetano, Gral. Lavalle, Gral. Madariaga, Mar Chiquita y Balcarce.
A 35 AÑOS DEL ÚLTIMO GOLPE DE ESTADO:
LOS CRÍMENES DE LESA HUMANIDAD SON IMPRESCRIPTIBLES, POR ESO ESTÁN SIENDO JUZGADOS.
Judith Said
Coordinadora Ejecutiva
Archivo Nacional de la Memoria / Red Federal de Sitios de Memoria
Secretaría de Derechos Humanos
Ministerio de Justicia y Derechos Humanos


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